Su estancia en Lovaina y la gestación del Laboratorio Químico del Ebro
El destino natural de Vitoria habría sido muy probablemente el de dar clases de asignaturas de ciencias a los alumnos de bachillerato en alguno de los colegios que los jesuitas regentaban en su provincia de Aragón, pero el padre Adroer, que tanta influencia tuvo en su formación y que, como se ha visto, seguía además de cerca su carrera, tenía otros planes para él, que van a determinar definitivamente la dedicación de Vitoria a la investigación y la enseñanza superior de la química. En efecto, el padre Adroer le promete que lo enviaría a realizar su doctorado en química a la Universidad Católica de Lovaina, pero en 1901, mientras aún estaba en Veruela, cambia repentinamente de parecer y propone a Vitoria hacerse cargo del Observatorio de Manila, que los jesuitas habían fundado allí en 1865.[1] Vitoria expone ante Adroer sus argumentos en contra de ese proyecto, que significaba tirar por tierra sus largos años de estudios de química, por la que se había...
Está viendo el 2% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas