Ética, política y regulación en torno al PGH
La ley socialista se gestó en el contexto de una creciente proliferación de anuncios cada vez más espectaculares por parte de los genetistas, lo mismo que de la acentuación de los discursos en los que se presuponía la equivalencia de lo «familiar» y lo «genético», y se resaltaba que muchas enfermedades tenían su origen en genes claramente localizables, dejando de lado por completo incluso el término de «enfermedad hereditaria». El mismo año de 1987, de hecho, se mencionó por primera vez en un titular de El País el origen genético de una enfermedad en concreto, y lo que tan solo tres años antes se mencionaban como «anomalías o aberraciones cromosómicas», pasaron a ser «defectos genéticos» que habrían existido desde siempre en el individuo afectado, aunque los síntomas no se manifestaran hasta determinada edad. Comenzaba así una etapa de creciente importancia de las aproximaciones médicas a la genética humana.[1] También en 1987, El País...
Está viendo el 1% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas